La capilla de Santa Ana

En Degaña tenemos una capilla, en la que se celebra la eucaristía los meses de invierno, ya que la Iglesia parroquial es más grande y más fría. Está dedicada a Santa Ana y es muy acogedora. 

Dentro tiene las imágenes de San José, la Virgen Milagrosa (se reconoce porque tiene las manos extendidas y aplasta una serpiente – Satanás) y a Santa Bárbara.

 La imagen de Santa Ana permanece en la Iglesia parroquial, como nos enseña Roberto. Os voy a contar un poco más de la historia de Santa Ana:

Una antigua tradición, que arranca del siglo II, atribuye los nombres San Joaquín y Santa Ana a los padres de la Virgen María. El culto a santa Ana se introdujo ya en la Iglesia oriental en el siglo VI, y pasó a la occidental en el siglo X; el culto a san Joaquín es más reciente. Todo lo que se conoce de ellos, incluso sus nombres, procede de literatura apócrifa (evangelios con relatos que han sido rechazados por la Iglesia por su falta de autenticidad): el Evangelio de la Natividad de María, el Evangelio apócrifo de Mateo y el Protoevangelio de Santiago. El mas antiguo de estos se remonta alrededor del 150 ad.  En el Oriente el Protoevangelio gozaba de gran autoridad, algunas porciones se leían en las fiestas de la Virgen María. En el Occidente, sin embargo, fue rechazado por los Padres de la Iglesia. En el siglo XIII, partes del Protoevangelio de Santiago fue incorporado por Jacobus de Vorágine en su "Leyenda Dorada".  Desde entonces la historia de Santa Ana se propagó por el Occidente hasta convertirse en una de las santas más populares de la Iglesia latina. Los escritos llamados "apócrifos" no fueron aceptados por la Iglesia como parte del canon de las Sagradas Escrituras porque contienen muchos datos que no son fiables. Santa Elena, la madre del emperador Constantino construyó una iglesia dedicada a Santa Ana en Jerusalén y las capillas e Iglesias dedicadas a Santa Ana se extendieron por el mundo cristiano. 

Tamara Méndez 4º ESO - CPEB de Cerredo